Ciudades Invisibles: Gualeguaychú

En ella, no se puede distinguir el ruido del turista y el ruido de la Historia.
Me sitúo en la plaza principal, escucho el río, la gente, el carnaval.
Es Febrero, se respiran, se ven y se sienten, los colores, mientras no puedo dejar de ver el monumento al General San Martín y el gran busto de Sarmiento.
Me es imposible no bajar al río, y desde ahí, no consigo distinguir los puntos de la ciudad, esos que ya había visto.
Estoy aturdida por la música, la gente y sus gritos....me cuesta escuchar a mi compañero, aunque está al lado mío, porque se mezclan  estos gritos con aquellos de los residentes de hace tanto tiempo, los de 1810, los que con su esfuerzo levantaron la ciudad, con el anhelo de vivir en un lugar mejor.
Visito las termas, las piletas, los bares, los teatros, los lugares típicos, las plazas.
Es Carnaval.
Me doy cuenta que la existencia de la gente es invisible, estoy completamente conectada con este lugar.
Siento que yo sí existo estando aquí.
Gualeguaychú.

Ro.



Gracias Rocío Fallabrino , egresada del Instituto Nuevos Aires, por esta bella adaptación del clásico de Ítalo Calvino,dedicada a nuestra hermosa ciudad entrerriana.

Ciudades Invisibles de Argentina : Salta

Voy a contarles sobre una de las ciudades más antiguas de nuestro vasto país , que posee además un gran cabildo lleno de historia, y que se extiende por un mágico centro lleno de luz y vida . En él, al llegar la noche, el movimiento de la gente fluye junto a los sonidos de una guitarra tocando una clásica canción de Folklore.

Una ciudad de aromas y sabores, rodeada de coloridas montañas que parecen pintadas por el trazo y las tonalidades de Dios, y extensos bosques verdes que se pierden en las alturas, allí donde uno siente que la vida tiene sentido.

Sentado en una mesa del centro, se escuchan las pisadas de un robusto caballo marrón, paseando una carreta de madera de roble. Al cerrar los ojos, nos remontamos a las antiguas épocas coloniales, en los albores de la Revolución de Mayo.

El aroma de un locro y unas empandas de carne, se mezclan con todo, y mientras las degusto y disfruto, me pierdo en un viaje astral de sabor gigante como la Cordillera de Los Andes, que se extiende en los horizontes con la mirada de la madre naturaleza.

Salta.



CHAME.

Gracias a Manuel Herrero Chame , egresado del Nivel Secundario del Instituto Nuevos Aires , quien realizó este texto breve , a partir de ¨Ciudades Invisibles¨ de Italo Calvino y adaptándolo en este caso, a una de las ciudades argentinas que aún posee muchos rasgos coloniales: Salta, ¨la linda¨.