Voy a contarles sobre una de las ciudades más antiguas de nuestro vasto país , que posee además un gran cabildo lleno de historia, y que se extiende por un mágico centro lleno de luz y vida . En él, al llegar la noche, el movimiento de la gente fluye junto a los sonidos de una guitarra tocando una clásica canción de Folklore.
Una ciudad de aromas y sabores, rodeada de coloridas montañas que parecen pintadas por el trazo y las tonalidades de Dios, y extensos bosques verdes que se pierden en las alturas, allí donde uno siente que la vida tiene sentido.
Sentado en una mesa del centro, se escuchan las pisadas de un robusto caballo marrón, paseando una carreta de madera de roble. Al cerrar los ojos, nos remontamos a las antiguas épocas coloniales, en los albores de la Revolución de Mayo.
El aroma de un locro y unas empandas de carne, se mezclan con todo, y mientras las degusto y disfruto, me pierdo en un viaje astral de sabor gigante como la Cordillera de Los Andes, que se extiende en los horizontes con la mirada de la madre naturaleza.
Salta.
CHAME.
Gracias a Manuel Herrero Chame , egresado del Nivel Secundario del Instituto Nuevos Aires , quien realizó este texto breve , a partir de ¨Ciudades Invisibles¨ de Italo Calvino y adaptándolo en este caso, a una de las ciudades argentinas que aún posee muchos rasgos coloniales: Salta, ¨la linda¨.
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