Ciudades Invisibles: Gualeguaychú

En ella, no se puede distinguir el ruido del turista y el ruido de la Historia.
Me sitúo en la plaza principal, escucho el río, la gente, el carnaval.
Es Febrero, se respiran, se ven y se sienten, los colores, mientras no puedo dejar de ver el monumento al General San Martín y el gran busto de Sarmiento.
Me es imposible no bajar al río, y desde ahí, no consigo distinguir los puntos de la ciudad, esos que ya había visto.
Estoy aturdida por la música, la gente y sus gritos....me cuesta escuchar a mi compañero, aunque está al lado mío, porque se mezclan  estos gritos con aquellos de los residentes de hace tanto tiempo, los de 1810, los que con su esfuerzo levantaron la ciudad, con el anhelo de vivir en un lugar mejor.
Visito las termas, las piletas, los bares, los teatros, los lugares típicos, las plazas.
Es Carnaval.
Me doy cuenta que la existencia de la gente es invisible, estoy completamente conectada con este lugar.
Siento que yo sí existo estando aquí.
Gualeguaychú.

Ro.



Gracias Rocío Fallabrino , egresada del Instituto Nuevos Aires, por esta bella adaptación del clásico de Ítalo Calvino,dedicada a nuestra hermosa ciudad entrerriana.